Restaurante Diverxo

Creo que puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que Diverxo es una de las mejores experiencias gastronómicas que se pueden tener actualmente en Madrid. Yo lo he visitado varias veces a pesar de lo difícil que es conseguir una reserva (el que la sigue la consigue), y casi todas ellas he salido encantado.

Pienso que es realmente difícil apostar por una comida "diferente" hoy en día, y esta apuesta es original y está muy conseguida. Obviamente, para puristas del chuletón, puede ser un restaurante moderno más del que salgan espantados.

La mayor pega que encontramos está a la hora de reservar. Sólo cogen mesa con un mes de antelación máximo, y en pocas horas reservan todo el mes siguiente. El truco es, sin prisa, pedir que a uno le avisen si hay alguna cancelación, y estar dispuesto a ir en ese momento. Un tostón, lo sé, pero es lo que hay. O, saber que se va a ir con un mes de tiempo.

Una recomendación, para los amantes del zumo de tomate. Está realmente conseguido, y merece la pena pedirlo, ya que es natural con tomates exprimidos.

No hay carta al uso, y tras hacernos unas preguntillas empezarán a servirnos platos en función de si pedimos menu corto, mediano o largo. He de reconocer que el precio ha subido bastante, y no tiene la misma gracia ir a este restaurante ahora (que por cierto, ya tiene estrella Michelín), que cuando costaba casi la mitad. Uno salía más satisfecho, pero es lógico que una apuesta exitosa como ésta acabe subiendo con la demanda que tiene.

La carta de vinos tampoco me vuelve loco, y el personal del restaurante es algo "moderno" para mi gusto, se creen mucho su papel. Tampoco tienen pan, algo que incluso uno al final agradece para no salir rodando. Aquí terminan las pegas y empieza el desfile.

Entre los platos primeros siempre está el Edamame (fruto tipo judía) con una salsa algo picante muy buena, y el Mejillón estilo fusión, con distintas e interesantes texturas, también un plato muy conseguido.

A partir de ahí, empiezan los Dim Sum, cada plato con su correspondiente historia (a veces demasiado larga). Ýo he probado muchísimos distintos y son todos impresionantes: especialmente el que traen en un bizcochito tipo Brioche. Los hay de calamar en su tinta, de conejo, de gamba, de trompetas de la muerte... Las descripciones que os podría dar sería injustas porque están compuestos de muchas partes, y para mi suelen ser lo mejor de la comida.

Luego las carnes y pescados, tienen elaboraciones realmente complicadas que nos explicarán: salsas y preparaciones que llevan muchas horas para prepararse, hacer comestibles partes que no lo eran, tostar a través de distitnas técnicas... Todo muy elaborado: Al final, o Raya, o atún, o bacalao negro... En carnes, me encanta en cochinillo en dos vuelcos (primero tipo tortita japonesa de pato crujiente con la piel del cochinillo y el segundo tipo hamburguesa americana servida hasta con cajita).

Una pequeña pega de mi última visita, es que se están volviendo demasiado complicados algunos platos. Me sirvieron una sopa hirviendo con un fuego, y anchoas, pulpitos y almejas crudas para que uno mismo se cocinara en la sopa, y "toppings" tipo cereales para acompañarlos. Demasiado explicar el tiempo a cocinar cada cosa, el armatoste... Me pareció exagerado. Luego te daban la sopa para tomártela, y era un día caluroso. Está bien, pero algún plato es más puesta en escena (algo valorable también) que buena comida.

Los postres, aunque buenos, podrían ser algo mejorables, pero están buenos.

La próxima, con fotos de los platos.

Un restaurante para conocer.